sábado, 30 de noviembre de 2024

 Creamos nuestro propio paracídas

Saltar de un avión en pleno vuelo y llegar al suelo ileso, es posible gracias al paracaídas.

El principio en el que se basa su funcionamiento es muy simple. El peso del cuerpo en la caída libre provoca la apertura de una amplia superficie de tela en forma de paraguas. La presión del aire mantiene abierto este casquete, frenándolo en el descenso.

La forma clásica es la del paracaídas redondo, pero actualmente se utiliza más la forma rectangular ya que es mucho más maniobrable. La superficie del paracaídas, que es de unos 50 metros cuadrados, permite al paracaidista descender a una velocidad de caída de cerca de 5 metros por segundo, es decir, casi 18 kilómetros por hora. Una velocidad bastante limitada, pero para no sufrir daños durante el aterrizaje se debe ser diestro en caer de manera que se atenúe el golpe.

cuándo se inventó el paracaídas

Hace ya muchos siglos se pensó en construir un ingenio que permitiese al hombre caer en el aire sin hacerse ningún daño. Lo tuvo en cuenta el insustituible Leonardo da Vinci, que en 1514 proyectó un paracaídas en forma de cono, con la punta vuelta hacia arriba.

¿Te animas a construir tu propio paracaídas? en el siguiente video podrás encontrar la manera de hacerlo realidad en pocos minutos y con materiales sencillos.


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